miércoles, 22 de mayo de 2013

A vueltas con las palabras

Creo que todos tenemos a personas a nuestro alrededor que nos hacen darnos cuenta de cosas. A veces buenas, a veces malas y a veces simplemente son algo que no habíamos pensado. Esto me ha pasado a mí con este tema. 

No sé desde dónde me lees tú, pandorit@. Puede que compartamos zona horaria, quizás incluso veamos amanecer y anochecer desde la misma ciudad, y puede que nos separe un océano y que lo más cerca que estaremos nunca de conocernos es el hecho de que tú lees mis letras y yo las escribo para ti.

La realidad es que puede que estés en la otra punta del mundo y es casi seguro que tu idioma, aunque es el mío, diste en muchas cosas de ser exactamente igual. Hay un millón de palabras, expresiones y giros lingüísticos tan distintos entre mi español y el tuyo que, seguramente, algunas veces, te hayas quedado alucinad@ de que las meta en una frase.

Por eso, para ti que lees esto desde otro país, para ti que lo lees desde España pero cuyas raíces están a miles de km de aquí, y para ti (si tú) que me pediste este tema, escribo hoy este post.

Si hablamos de cosas simples, incluso dentro de España se ven diferencias. Para mí una chaqueta vaquera siempre será una chamarra, el gorro de una sudadera un choto, y unas zapatillas deportivas playeras. El tenis es para mí sólo un deporte mientras para otros se pone en los pies para hacer deporte.
 
En México cocinan en la estufa y aquí la usamos para calentar las casas en invierno. Sus amigos son carnales y si son listos se autodenominan pistolas. Si salen de boliche y beben de más, se pone cola de perro y si, encima disfrutan, se están rayando. Aquí algo carnal no es un amigo, sino que está relacionado con temas sexuales, los listos son avispados, salimos de fiesta y nos pillamos un pedo y si nos rayamos, no es nada bueno.

En Guatemala, trabajar es echar punta, tener un problema es tener un clavo y no tener suerte, tener leche. Para un guatemalteco su novia es su traída y su amante, casera. En España las caseras son las mujeres que nos alquilan sus casas y si se convierte en tu amante o no, es otro cantar!! La punta la echan los lápices y los clavos sirven para sacar a otro. La leche la da la vaca y a los novios los traemos, pero también los llevamos.

El caso de Guatemala es curioso por la cantidad de acepciones que tienen las palabras derivadas de "huevo". Si un guatemalteco te llama huevudo, alégrate te considera valiente pero si te llama huevón cree que eres un vago y ser de ahuevo es ser una persona de confianza.

En mi país un huevón es un hombre que no toma decisiones y se deja llevar, tener algo a huevo es que es alcanzable, los testículos de los hombres son los huevos y los huevones no tengo claro si tienen.

Para ellos un pajero es un mentiroso, así que no creas que te consideran un salido sexual. Así como en México rayarse es pasarlo bien, en este país es ser afortunado.

Lo que es España se llama ir de sujetavelas, al acompañar a una pareja, en Perú es estar de violín mientras tú estás con tu flac@. Si no está conforme con una venta, no reclama, pitea y si logra que le devuelvan su dinero no presume, se vota.

Los peruanos inteligentes son chancones, los bonitos cueros, los policías tombos y al mediodía en vez de la siesta, jatean.

En Sudamérica la concha es la vagina femenina y aquí es lo que encontramos en la arena y la manera cariñosa de llamar a la tía Concepción de Benavente del Cesnillo. Y Lola Flores se llamaba Dolores, por mucho que os riais pensando que se llamaba como un seno femenino!

Si hago mucho deporte, tengo agujetas, vosotros las usáis para ataros los zapatos. Lo que vosotros conocéis como banqueta, yo lo llamo acera y para mí una banqueta es una silla sin respaldo. Coger es agarrar (cuidado si tropiezas en Sudamérica y le suplicas a alguien que te coja. Las consecuencias pueden ser terribles).

Un guiso es lo que hace mi madre para comer, y para ti, que estás en Puerto Rico, un trabajo de carácter temporal. Yo copiaba en los exámenes con chuletas y vosotros con machetes, comía chocolate con churros mientras para ti comerte un churro es comerte, literalmente, a alguien hermoso (canibalismo? jajajja)

Para ir al trabajo tengo que pasar por 4 manzanas de casas porque si pasara 4 cuadras, me encontraría millones de animales a mi paso. Y, por supuesto, ni se me ocurrirá decir que para venir tengo que coger dos autobuses, porque a saber lo que pensareis de mí!!!

Feliz día!!

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