Vale, ha llegado ese momento. El
hombre del que estás completamente enamorada y/o enganchada se ha plantado delante
tuyo y te ha dicho las palabras mágicas: “Se acabó”.
Si has tenido suerte te lo habrá
dicho clavando sus ojos en los tuyos. Esos ojos en los que tantas veces has
descubierto el amor que sentía por ti son ahora fríos e intranspasables. Si
eres de las menos afortunadas, habrás descubierto que ya no habrá más mimos ni
caricias con él mediante una llamada, un whatsapp o un email.
Sea como fuere, lo cierto es que
el mundo se te ha venido encima (o quizás seas tú la que te hundes), todos tus
sueños, esperanzas y planes de futuro han acabado de un plumazo y sin que nadie
te pida opinión.
En ese instante las reacciones de
las personas, son tan diferentes como sus personalidades. Quizás
hayas decidido llorar como una magdalena encerrada en tu cuarto, autoflagelándote
pensando en su mirada, en su pelo al viento (en este punto, da igual que él sea
calvo. Cosas de la imaginación), y en sus maravillosos besos al despertarte.
Personalmente soy de otro tipo de
personas. Quizás por las horas que paso frente al ordenador, he convertido a
google en la fuente de toda mi sabiduría, así que me senté ante la pantalla en
busca de unas respuestas que jamás podría darme un buscador.
Cuando aparece la barra blanca con el cursor ahí parpadeando, te preguntas cómo buscar lo que te
inquieta. No te atreves a escribir nada por miedo a no ser lo suficiente
precisa en tu búsqueda y cuando te decides a poner “mi novio…” la tecnología te
da la solución.
Mi novio no me quiere, mi novio
me trata mal, mi novio no me habla, incluso un inquietante mi novio es un zombi,
aparecen en la lista de búsquedas de google. Pinchas en una y de una a otra,
vas leyendo experiencias de personas que han pasado por algo similar a lo que
estás pasando tú ahora. Y entonces, sin darte cuenta, comienzas a encontrar los
milagros.
Entre las confesiones de mujeres
y hombres que afirman haber tenido la culpa de la ruptura, las que han
conseguido volver con ellos, las que han logrado superar el rompimiento de la
pareja y ahora son felices de nuevo, aparecen los mensajitos de personas que
publican las oraciones mágicas para volver con un ex.
Oraciones que sólo de ojearlas
dan miedo. En estos días he visto muchísimos tipos de rezos, peticiones y conjuros
con algo en común: que el objeto de deseo sea infeliz sin nuestra presencia. En
algunas de ellas se habla de que ese hombre no sea capaz ni de estar con su
familia si no está contigo. Sinceramente, no sé si me alegraría de que
funcionaran por aquellas que las rezan con toda su fe, o si me da pánico que
alguien pueda hacer que seas infeliz de por vida sólo con unas palabras.
Las oraciones deben ser rezadas,
algunas 7 días seguidos, otras 9 y otras sólo una, pero en todos los casos
después de leerlas hay que publicarlas. Por eso, si algún día entráis en un
foro y estáis leyendo el problema de Paco que quiere instalar un juego en el PC
y no puede por falta de memoria RAM, no os sorprendáis de que justo debajo aparezca
un rezo a San Cipriano. La gente los cuelga donde puede. No hay que culparles!!
Después de los rezos, están los
libros. Son quizás más difíciles de conseguir, pero no de conocer ya que en los
mismos foros se habla de casi todos ellos. Como recuperar a un hombre en 7
días, como lograr que tu ex caiga rendido a tus pies, como ser una perra
asquerosa y que los hombres se maten por ti como una jauría por un chorizo,…
Vale, sí, el último no existe pero quizás lo invente yo, visto el éxito del
resto.
Esos libros mantienen todos, al
igual que las oraciones, un vínculo común. Es el denominado “contacto cero”.
Estas dos palabras, creedme, traen por la calle de la amargura a más de una
(sí, a mí también ¿qué pasa?). La técnica consiste en desaparecer de la vida,
vista e intuición de tu ex. Que él no sepa nada de ti para que si te tiene que
echar de menos, que lo haga lo antes posible.
Que digo yo, que siguiendo el
sentido común si te ha dicho que pasa de ti en moto, lo normal sería decirle
vale, pues adiós y aplicar el contacto cero porque es lo lógico. Pero, si eres
mujer y estás leyendo esto, sabes como yo que la lógica a nosotras como que no
nos va. ¿Verdad?
Y le buscas, una y otra vez. Le escribes a ver qué tal le va,
aunque le dijiste que de amigos nada de nada, le mandas algún mensaje porque
has visto algo que te ha recordado a él y él, a veces te contesta amablemente y
otras veces pasa de ti. Lo cual no hace más que hacernos sufrir más, pero ¿y
cuándo contesta? Eso es que aún le importamos y que se acuerda de nosotras. Así
somos nosotras!!
Quizás por eso, porque somos así,
tarotistas, oráculos, pseudopsicólogos, chamanes, y todo tipo de fauna se
mezcla en Internet para aprovecharse (en la mayoría de los casos, que me he
propuesto ser mejor persona y no generalizar) de las personas que pasan por el
desamor. Ahora sólo os queda decidir si creer en ellos o en vosotras y en
vuestra capacidad de recuperaros.
Y, ahora os dejo, que me toca la
hora de leer la oración de pomba y llamar a Lucinda mi tarotista profesional,
para que me diga de que chamán fiarme!! (jijijiji)
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